miércoles, 23 de noviembre de 2011

NOMOFOBIA


 DIGAME DOCTOR….¿PADEZCO NOMOFOBIA?

La nomofobia es el miedo irracional a salir de casa sin el teléfono móvil. Nos indica un estudio que el  53 por ciento de los usuarios de teléfonos móviles en el Reino Unido tienden a sentir ansiedad cuando "pierden su teléfono móvil, se les agota la batería o el crédito, o no tienen cobertura de la red." El término es una abreviatura de la expresión inglesa "no-mobile-phone phobia”.

Semana pasada, diluvia en mi ciudad, coche para ir a trabajar(como todos los días, independientemente de si llueve o no llueve).Atasco monumental en la salida hacia la carretera de Madrid. Nervios, el tiempo va pasando y no nos hemos movido más de dos metros en un buen rato, me aburro y me estoy poniendo cada vez más  nerviosa, “voy a mirar el móvil”…y lo empiezo a buscar, no lo encuentro en el bolso, no lo encuentro en el asiento y no lo veo en el suelo. Avanzan los coches de delante, dejo de buscar el móvil, piso el acelerador, avanzo con ellos, me paro…..ya está!!! Cuatro metros menos para llegar  a la oficina; “¿dónde está el móvil?”. Busco de nuevo en mi bolso. No lo veo y vacío todo su contenido (llevo hasta una vela de cumpleaños, ya se sabe…los bolsos de las mujeres) en el asiento del copiloto, que de repente parece un tenderete.Vaya, llevamos rato y rato parados y  ya ni me interesan las promesas electorales que oigo en la radio ni los programas musicales y justo ahora ,que estoy tan distraída observando todo lo que ha podido salir de mi bolso, los coches se empiezan a mover de nuevo. Y no sólo éso, el conductor del coche de atrás empieza, enfadado, a tocar su claxon. Le pondría mala cara pero como llueve tanto no me va a ver…así que me concentro en averiguar donde está mi móvil, además tampoco encuentro el de la empresa ¿dónde están , por Dios?.




 Y tengo un momento de nervios y ansiedad, pero rápidamente pienso que al llegar a la oficina mandaré un mail a los más habituales para decirles que hoy se comuniquen conmigo por escrito …el recurso del mail.Pero hay gente, como mi madre , que no sabe utilizarlo, es más ni siquiera tiene mail,ni siquiera tiene ordenador. Bueno, tengo la opción B, llamarle a casa o a su móvil (de todos los contactos que tengo, sólo me sé dos teléfonos móviles de memoria y uno es el de ella) y avisarla de que hoy estaré incomunicada. No olvido que me estoy dirigiendo a  mi oficina, un lugar civilizado a escasos kilómetros de mi ciudad, también civilizada  y que tengo  capacidades y medios para salir del paso..Es decir, me he dejado los dos móviles en casa pero tengo recursos para no quedar incomunicada. ¡¡¡PRUEBA SUPERADA!!! No padezco nomofobia.

Así que en estos momentos, que lleva algo así como tres días lloviendo sin parar, os puedo decir que estoy incubando una gripe pero que no estoy incubando una nomofobia. No sentí pánico pero lo que sí desarrollé fue una imaginación sin precedentes. Hasta ese día ,mis jueves (porque esta “prueba de fuego” sucedió un jueves) eran exactamente iguales: despertador –desayuno-ducha-coche-oficina-comida en la ofi o gimnasio-más trabajo-termina y cierra ordenadores -más coche –llegada a casa. Eso es lo que me está sucediendo todos los jueves de hace ya muchos años durante el período de tiempo en el que hoy estaré sin este codiciado aparatito. Pues no, mi imaginación puede más y mientras estoy en el atasco pienso que esas diez horas de ese jueves sin móvil van a ser las más excitantes de mi vida:

-se va a inundar la casa, el agua saldrá al rellano y yo no me voy  a enterar (cosa que sucederá con o sin móvil porque ningún vecino tiene mi teléfono)
-alguien a quien no veo desde hace mucho tiempo y que pasa hoy por la ciudad por motivos de trabajo (recordemos que es jueves y no fin de semana )(no concreté en nadie, era un ser , alguien…) me va a llamar-mandar un mensaje sin localizarme. Su vuelo saldrá y yo no lo veré (os recuerdo que no sé quien puede ser esta persona, no tengo nombres propios).
-algo va a pasarle a alguien de mi familia y yo no me voy a enterar (Dios no lo quiera, con ó sin móvil).
Y en fin, muchas situaciones más que no me atrevo a escribir porque son de lo más rocambolescas e inverosímiles.

 Decía Steve JobsAbsténganse de realizar estudios de mercadoLa gente no sabe lo que quiere hasta que uno se lo muestra”.Y evidentemente este visionario nos mostró tan concienzudamente lo que necesitamos que hasta hoy existe una enfermedad relacionada con ello.Todos sabemos que es imposible que me cruce con este señor en la calle o que pueda hablar con él (a no ser que contrate a una médium que ví el otro día en la tele y que comunica a los asistentes al plató con sus seres queridos del  Mas Allá, además de conseguir (en inglés) que Paquirrín se comunique con su padre…en fin , que país!!!) , pero si tuviera a Steve delante de mí sólo me nacería decirle ,dándole una palmadita en el hombro, “chaval, que buen trabajo has hecho…”

PD: DESPUES DE HORA Y MEDIA, AL LLEGAR A LA OFICINA, BAJAR DEL COCHE  Y PONERME EN POSICION VERTICAL,  ME DOY  CUENTA DE QUE LLEVABA LOS DOS MOVILES EN EL BOLSILLO DE LA GABARDINA :D...

martes, 15 de noviembre de 2011

UNIVERSIDAD VIRTUAL





 UNIVERSIDAD VIRTUAL
 



Yo nací a finales de año, así que comencé la universidad con 17 años.17 añitos de los de entonces (aunque no sea tan mayor), no 17 años de los de ahora. Era una adolescente que miraba hacia todas partes con cara de susto, abrazada a una carpeta con unos cuantos folios en blanco dentro y a un estuche de cremallera casi vacío.Así fue el primer día que puse los pies en la facultad. Y este sitio sería mi casa, aunque yo ese día no lo supiera, durante cinco años.

Hasta entonces yo había ido a un colegio religioso de mi barrio, y ya sabemos que en estos colegios prima o primaba (salvo excepciones) la homogeneidad, mismo tipo de alumnos, mismo tipo de familias, mismo tipo de ideología política en todas estas familias y casi mismo lugar de veraneo. Este era mi cerrado mundo hasta aquel día de octubre de hace ya algunos años, cuando comencé mi carrera.
Los primeros días quedaba con amigas del colegio para ir a clase,¡¡ Dios mío!!! ¿cómo iba a entrar sola en una clase con más de 150 alumnos, donde todos te miraban mientras te dirigías a tu asiento y donde había muchos alumnos más mayores que yo? Pero después de estos primeros días, me fui acostumbrando. Y me fue gustando.

La facultad me abrió los ojos al mundo, entré en contacto con gente muy pero que muy diferente a mí y al círculo social en el que me había movido hasta ese momento. Mis ganas de conocer y de relacionarme con gente eran muchas, así que me metí en una asociación internacional de estudiantes, todos los años pasaban por allí, iban y venían, estudiantes de todas las nacionalidades, les preparábamos prácticas de trabajo en empresas, les preparábamos fiestas y salidas nocturnas, visitas turísticas, fines de semana en lugares de playa, venían a casa, conocían a mi familia y hasta alguno se vino algunos días de verano con nosotros. También en alguna ocasión les devolví la visita a sus países, íbamos,  veníamos, empecé a viajar por España y fuera de ella gracias a esta asociación ( en parte)y a mis ganas de conocer, de ver ..

Y también hice amigos fuera de este grupo, gente de mi ciudad, a la que me uní en  clases, dejando de ir a clases, en el bar, estudiando exámenes juntos en mi casa o en las suyas….de fiesta. Gente. Algunos con un bagaje personal muy parecido al mío, pero otros que nada tenían o tienen que ver con él. Distinto paso por la vida, distinta forma de pensar, distintos objetivos, distinta filosofía. Todo muy enriquecedor.

Y salvo excepciones sigo conservando a aquella gente, a algunos los veo muy poco, a veces me llega un mail, face book …pero otros de ellos forman parte de mi vida cotidiana, nos llamamos con mucha frecuencia, nos vemos también con mucha frecuencia y contamos unos con otros en las penas y en las alegrías. Luego yo seguí estudiando, y seguí conociendo gente, yendo fuera de España a estudiar y creando lazos humanos, algunos muy buenos, que todavía hoy conservo.

Y todo esto lo escribo porque el otro día me pareció entender que hoy en día ya se puede estudiar virtualmente, desde tu teléfono móvil, ni siquiera desde tu ordenador. Tu te conectas, con una clave, y asistes, desde el tranvía, desde el autobús, desde el sofá de tu casa o desde un banco del parque, a las clases en las que te matriculas.
 
Y pensé que ..¡¡¡claro que ésto es genial!!, ¡¡¡ claro que es un gran avance tecnológico!!! Claro que a mí me vendría estupendo puesto que trabajo y me tengo que ganar el pan día a día (aún no he tenido la suerte de que me toque un premio millonario en la lotería) y no tengo tiempo para ir a clase. Pero al oír esta noticia , mientras me lavaba los dientes y con el volumen alto para oír la tele desde el baño (mi casa es muy pequeña :D) mientras lo hacía, no pude dejar de pensar en hace ya algunos años, en mi primer día de la facultad, con un suéter azul claro, pantalones azul marino, playeras blancas, una coleta y una cara de susto impresionante. La facultad fue un periodo muy bueno de mi vida, pero quien dice facultad dice FP, quien dice FP dice cursos de especialización y quien dice cursos de especialización dice cualquier tipo de estudio en donde uno, además de estudiar, se relaciona socialmente, aprendiendo un montón de cosas, recibiendo, dando, sufriendo, amando, riendo, llorando, yendo a clase, no yendo a clase, estudiando por las noches, poniendo el despertador muy temprano para estudiar y apagándolo una y dos veces, compartiendo apuntes ….. en definitiva viviendo ….y todo eso no lo sustituirá nunca ni un ordenador ni un i-phone última generación.

domingo, 6 de noviembre de 2011

MENTIRAS Y VERDADES



MENTIRAS Y VERDADES 








Una mentira acaba convirtiéndose en verdad a costa de repetirse muchas veces, uno la repite una y otra vez, hasta acabar creyéndosela. La dice con tanto convencimiento y con tanta seguridad en sí mismo,  que al final, se la cree quien  la dice y se la cree quien la escucha. Y llega un momento en que, a fuerza de repetir, el que la inventó llega a dudar si lo que está diciendo es verdad o es mentira.
Una mentira en boca de alguien con facilidad de palabra y riqueza léxica parece más verdad que una mentira en boca de alguien con menos capacidad y que titubea cuando la está diciendo.

Ya estamos en plena campaña electoral y pongo las noticias, “voy a ver que me cuentan” ,por lo menos los tres ó cuatro  “grandes”. Y mientras estoy oyendo a unos y a otros,a candidatos, a ministros, a ministras, a futuros (según las encuestas) ministros, a futuras ministras, que ya se frotan las manos viéndose en el poder….me pregunto :esta gente..... esta noche al acostarse, al descansar en el autobús electoral que le lleva por toda España durante la campaña, cuando cierre los ojos en la cama, o cuando los cierre apoyándose en el reposacabezas del asiento ….esta gente ¿se acabará creyendo todo lo que le ha dicho a un público que le ha aplaudido sin parar cada vez que ha desacreditado en algo al partido opositor mientras agitaba banderitas?. De tanto repetir sus promesas, muchas de las cuales sabe perfectamente que no va a poder cumplir, ¿se las acabará creyendo?

Y  mientras reflexiono sobre ésto pienso, mejor dicho quiero pensar, que ¡claro!, no todo es así, todos los políticos no son iguales y que seguro que hay más de uno que presenta su campaña electoral y la defiende punto por punto creyendo realmente en ella y  sin tener que recurrir a la estrategia tan fácil y tan manida de desacreditar a su opositor sin ofrecer una solución propia.